Una
vez visitada Vitoria-Gasteiz, nos dirigimos a la preciosa ciudad de
Donostia/San Sebastián en tren. El trayecto dura 1h y 45 min y el precio del
billete oscila entre los 10 y 15 euros. Además, su estación está perfectamente
comunicada con muchísimas otras ciudades tanto del País Vasco como del resto de
España con lo que la hace un destino imprescindible tanto si viajáis por la
zona como si no. Donostia es, sin duda, una de las maravillas de España.
DONOSTIA/
SAN SEBASTIAN
Nada
más salir de la estación, el olor a mar nos invadió. De hecho, el taxista nos
dijo: “es que estamos en una ciudad construida sobre el mar”. Aun estando
dentro del taxi, me quedé impresionado con el paisaje; y sí, me refiero al paseo
de tanto de la playa de la Concha como de Ondarreta (ambos comunican en el
mismo) con esas barandillas tan características y que tantas veces había visto
por la tele.
Nuestro
hotel estaba en la zona de Ondarreta, bastante tranquila y próxima al Peine de
los Vientos, con lo cual, decidimos empezar por aquí nuestra visita.
Desde
allí, dimos un paseo desde Ondarreta hasta la Concha parándonos a cada momento
para hacer fotos. Sí, Donostia se merece llenar toda la tarjeta de memoria. Los
paisajes son increíbles. Además, el ambiente que se respira es
impresionantemente sano: runners, ciclistas, gente de todas las edades
paseando… Parece que el tiempo se detenga y te transmite un relax que te hace
olvidar toda tu rutina y preocupaciones y sólo pienses en vestirte cómodo y ponerte a correr o de meter los pies en el
mar y dar un paseo. Paz, luz y buen camino.
Al
final del paseo se llega al Ayuntamiento y, con él, al centro antiguo de la
ciudad. Y sí, también es precioso. Aquí, todo es increíble. Además, no hace
falta llevar mapa, y eso es lo mejor del centro: te vas perdiendo y, a la vez,
encontrando preciosas joyas arquitectónicas: la Basílica de Santa María del
Coro, la Iglesia San Vicente, la Plaza de la Constitución…
En
esta zona comimos los mejores pintxos del País Vasco. Hay una grandísima
variedad de ellos en las barras de los bares, todos están buenísimos y la
influencia del mar se nota en buena parte, con marisco y pescado. Ahora bien,
Donostia tiene una “pega” (sólo le pongo una): es cara y eso se refleja en todo.
La comida buenísima, sí, pero algo cara en comparación a Vitoria o Bilbao. Los mejores pintxos los comimos en el Bar Nagusia.
EXCURSIÓN:
SUBIDA AL MONTE IGUELDO
RELAX:
BALNEARIO LA PERLA
El balneario es bastante amplio. Tiene dos grandes piscinas "de chorros" los cuales te inciden en zonas concretas del cuerpo (lumbares, cervicales, gemelos...). Al mismo tiempo, cuenta con una "piscina activa" y es que, dentro de ella, puedes ir haciendo ejercicios (bicicleta, remo...). También dispone de camas de agua, sauna, hammam, baños de contrastes y... lo mejor de lo mejor: un jacuzzi grande y circular con unas vistas impresionantes del mar. Estas vistas se merecen los más de 60€ que pagámos de entrada y, más, con el precioso atardecer que pudimos contemplar. E aquí un gran consejo: entrar a la Perla a la tarde/noche. Las vistas son increibles. Es más, en la planta baja está el gimnasio y da una envidia sana terrible ver como la gente está corriendo en la cinta en un gym en plena línea de mar.
En definitiva, el balneario la Perla está bien. Seguramente habrá de mejores e, incluso, algo más económicos, pero las vistas que te ofrece dudo mucho que las de otro. No es una visita obligada aunque, si queréis disfrutar de un impactante anochecer, no escuece el precio de la entrada.
VALORACIÓN
FINAL
San
Sebastián es una preciosidad de ciudad. Tiene unas vistas increíbles y únicas.
Un ambiente muy sano y relajante. Una gastronomía exquisita. Y un cuidado de
sus calles, plazas y jardines a envidiar. En definitiva, San Sebastián es una
ciudad de obligatoria visita.
El
paseo de Ondarreta y la Concha.
Las
vistas desde el Monte Igueldo.
El
casco antiguo.
Los
pintxos.
El
cuidado y estética de sus edificios, plazas y jardines.
La
calidad de vida que se respira.
PUNTOS
DÉBILES
Los
precios son algo caros.
Pagar
2,20€ por subir, A PIE, al Monte Igueldo.
Finalmente, os dejo con un gran mensaje que nos encontramos por la ciudad:
PD:
En la primera foto de mi relato salgo al más puro estilo “Tu vista favorita”.
Tengo que reconocer que, desde que vi el programa de Donostia, me “encapriché”
en visitar la ciudad. Al hacerlo, he podido cumplir uno de mis deseos a corto
plazo.
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