Si aun no habéis visitado el País Vasco espero que, con la lectura de mi relato, os animéis a conocer esta preciosa tierra.
La
ruta que hicimos – y que os recomiendo como primera toma de contacto con el
País Vasco – es la de sus tres grandes ciudades: Bilbao, Vitoria y San Sebastián/Donostia; cada una muy singular
pero que, entre ellas, combinan a la perfección.
BILBAO
Bilbao
es la decima ciudad más habitada de España. Así pues, es grande pero sin ese
estrés típico de urbe como Barcelona, Madrid o Valencia. De hecho, se respira
bastante tranquilidad, sobre todo, por el paseo del río Nervión. En esta zona
se encuentra su principal atractivo turístico: el Museo Guggenheim. Os
recomiendo visitarlo, tanto si sois asiduos de museos como si no. La entrada
son 13€ (entra audio guía con el precio) con los que podéis disfrutar de horas
de paseo por su gran recinto, el cual tiene exposiciones fijas y otras que van
variando. En general, se trata de un museo donde se puede interactuar con las
obras expuestas de tal manera que se hace muy amena – y original - su visita.
Siguiendo
el paseo por el río Nervión, y pasando por su precioso Ayuntamiento, se llega
al Casco Viejo de Bilbao donde se encuentra la Catedral de Santiago. El Casco
Viejo, también llamado “Las siete calles” (aunque son más de siete) cuenta con
muchísimas tiendas y bares donde tomarse los mejores pintxos de la ciudad.
Una
de las calles con más “marcha” es la Kalea Somera. No es necesario llevar mapa,
recomiendo un paseo tranquilo por la zona.
Ya
como tercera zona a recomendar estaría la “trasera” al Museo Guggenheim. Aquí
encontraréis el Parque de Doña Casila de Iturrizar, con sus patos y ocas, así
como el nuevo Estadio de San Mames (aun con una zona en construcción).
En
resumen, Bilbao te da tranquilidad estando en una gran ciudad y, como no tiene
“cien mil” cosas que ver, puedes relajarte paseando sin mapas. El paseo por el
rio Nervión es precioso e ideal también para correr, ir en bicicleta o patines…
Si tuviera que poner una “pega” a la ciudad es que le falta algo más de encanto
o algo que “te enganche” y digas: tengo que volver. También es cierto que, en
nuestra visita, el cielo estaba muy nublado y eso le dio un toque “gris” a la
ciudad. Recomiendo Bilbao pero, bajo mi punto de visita, como uno de varios
sitios a visitar en un viaje y no como destino único.
PUNTOS FUERTES PUNTOS DÉBILES
El paseo
por el rio Nervión. Los precios
elevados en los menús.
El
Casco Antiguo. El clima
generalmente nublado y lluvioso.
Los
pintxos.
El
Museo Guggenheim.
La limpieza
de calles y jardines.
El
ambiente tranquilo, respetuoso y agradable.
PD: Seguramente me habré dejado sitios encantadores de la
ciudad pero nuestra visita tenia un tiempo limitado y no la pudimos ver toda.
Y para acabar….
Dedicatoria que escribí en el olivo del Museo Guggenheim
directamente para todos los que habéis entrado en este blog:
Canción euskera muy alegre con la que recordaremos la ciudad
gracias a un concierto a orillas del rio Nervión que hicieron la noche en la que
salimos a pasear:
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