domingo, 30 de marzo de 2014

EL CAMÍ DE RONDA!


Todo surgió en mi interés por seguir conociendo la Costa Brava. Busqué información sobre alguna playa o cala que recomendasen especialmente visitar y, por sorpresa, me topé con el Camí de Ronda. 

No os voy a mentir si os digo que, desde hace un tiempo atrás, tengo como uno de mis objetivos a corto plazo hacer el Camino de Santiago y, en el Camí de Ronda, encontré la excusa perfecta para poder iniciar mi entrenamiento y, al mismo tiempo, disfrutar de unas vistas maravillosas.

Pero retomemos la teoría. Para que os hagáis una idea de qué es el Camí de Ronda, en Wikipedia se recoge:

“Camino de Ronda  es el nombre por el que era conocido el trayecto que discurría por la abrupta Costa Brava  y que era utilizado por la Guardia Civil para controlar la frontera marítima española y evitar el contrabando. Hoy en día se le conoce también como un atractivo paseo a través del cual podemos desplazarnos por la costa brava y sus respectivas playas. En los últimos años, se han ido haciendo reformas gracias a las que han hecho del paseo una ruta turística”.

El Camí de Ronda va desde Blanes hasta Portbou y, nosotros – que solo disponíamos de un día, decidimos hacer la etapa: Platja de Sant Pol (Sant Felíu de Guixols) – Sant Antoni de Calonge (unos 9 km aproximadamente que, ida y vuelta, fueron unos 18km).

 
El camino no presenta ninguna dificultad. Está muy bien señalizado: solo tienes que seguir su marca “blanca y roja” tan característica. Así pues, es ideal para principiantes o gente de todas las edades. Su principal atractivo es el de pasear por calas preciosas y escondidas, así como playas de agua cristalina; en primera línea de mar. Es tanta la cercanía que, en algunos momentos, la etapa transcurre por la propia arena de la playa.

 
Al mismo tiempo, durante la etapa, vas viendo gente pasear, algunos de los cuales te saludan con: “¡buen camino!”. De hecho, se respira un buen ambiente y si a esto le sumas la brisa y olor de mar, así como el atardecer, el resultado es espectacular.




Finalizamos la etapa (ida y vuelta) muy cansados físicamente pero muy llenos interiormente. Como deberes, está el volver y hacer una etapa nueva. 

A veces, nos encaprichamos en irnos muy lejos cuando, bien cerca, tenemos grandes tesoros naturales que desconocemos. La Costa Brava, es un gran ejemplo de ello.

Anímate y haz el Camí de Ronda, ¡te encantará!


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